La semana pasada, días 20,21 y 22 los sacerdotes de la Diócesis nos encontraron y reflexionamos en la importancia de evangelizar lo social.
¿Qué quiere decir evangelizar lo social? que no solamente se evangeliza con la catequesis, visitando una vereda o con talleres de padres; también se evangeliza con la liturgia, ella por ejemplo hace presente el Misterio Pascual en la Eucaristía, acerca a la Palabra de Dios y permite la predicación o reflexión de la misma. También se EVANGELIZA DESDE LA DIMENSIÓN SOCIAL, desde la invitación de llegar a los pobres, es decir, desde la tarea de acompañar, como dice el Papa Francisco, a los que están en las periferias: pobres, desplazados, mujeres maltratadas, abandonados, maltratados, aquellos que muchas veces son mirados con desprecio como los habitantes de la calle, adultos mayores, niños abandonados, presos, etc.
Los sacerdotes en este encuentro recordamos la invitación, desde el mandamiento fundamental del amor (Mv 12,29-31) a ser verdaderamente prójimo y no pasar de largo ignorando la realidad del hermano. Recordamos que no actuamos como una ONG, pues lo hacemos desde el fundamento de la caridad buscando rescatar la dignidad del ser humano, y lo hacemos llevando el mensaje de esperanza y de salvación pues no es solo asistencialismo; recordamos que tenemos que mover los corazones de las demás personas ya que el actuar es tarea de toda la Iglesia.
En este encuentro reflexionamos acerca de la realidad nacional y local en los ámbitos político, económico, social, ecológico y de la salud. Conocer la realidad permite responder mejor a las necesidades que se presentan.
Con la metodología del ver, juzgar y actuar nos acercamos a estas diferentes realidades, ahora quedan retos que, con la ayuda de Dios, esperamos poder realizarlos.
Este encuentro fue un espacio enriquecedor para orar y compartir en fraternidad sacerdotal, a dos de nuestros hermanos sacerdotes les celebrados sus bodas de plata sacerdotales, ello es aliciente para todos nosotros, fue un momento que también nos evangelizó.
Que no se nos olvide cómo nos dice el evangelio de este último domingo del tiempo ordinario cuando celebramos a Jesucristo Rey del universo la invitación a ver en el rostro del hermano el rostro de Cristo
Pablo Beltrán. Pbro.